Mentalidad de crecimiento

Autores: Susana Claro, académica de la Escuela de Gobierno UC, y Eddie Escobar, investigador EMELab.

 

En las últimas décadas, la literatura ha evidenciado que las habilidades socioemocionales son un factor importante para el desarrollo académico de los estudiantes en etapa escolar (Duckworth & Seligman, 2005, 2006; Heckman, Stixrud, & Urzua, 2006). Aún más con la crisis sanitaria, que ha obligado a la interrupción de las clases presenciales, el desarrollo de habilidades socioemocionales son vitales para que los estudiantes sean autónomos, capaces de mantenerse motivados, navegar tiempos de estrés, y así lograr los objetivos que quieran alcanzar. Pero ¿qué es lo que se sabe de este tipo de habilidades?

Una de las habilidades socioemocionales recién descritas es la “mentalidad de crecimiento”. Este es un concepto acuñado por Carol Dweck, psicóloga de la Universidad de Stanford, que hace referencia a las creencias implícitas que tienen las personas sobre la naturaleza de la inteligencia. Un estudiante con mentalidad de crecimiento cree que la inteligencia puede desarrollarse con el tiempo, por ejemplo, a través de la práctica, nuevas estrategias, pedir ayuda, y perseverar. Por el contrario, un estudiante con mentalidad fija es aquel que cree que la inteligencia no cambia, que los individuos nacen con ciertas características y que las habilidades no pueden modificarse con el tiempo.

En el último tiempo, se ha generado un mayor volumen de literatura sobre los efectos de desarrollar mentalidad de crecimiento en los estudiantes. Uno de los estudios más importantes en la materia, publicado en la revista Nature, es el Estudio Nacional de Mentalidad de Crecimiento en Estados Unidos (Yeager et al., 2019). En esta investigación se asignan de manera aleatoria a estudiantes de 76 estados a una intervención en línea sobre mentalidad de crecimiento. Los resultados evidencian que los estudiantes que reciben la intervención obtienen una mejora en sus calificaciones. En particular, se observa un impacto heterogéneo en los resultados, dado que los estudiantes de bajo rendimiento presentan un aumento estadísticamente significativo de 0.10 en puntos en sus calificaciones. Además, el estudio identifica una mejora de 0.25 puntos en la asignatura de matemática en estudiantes de bajo rendimiento y que se encuentran en climas escolares que favorezcan los mensajes de la intervención.

En Chile, la Agencia de la Calidad de la Educación ha monitoreado esta dimensión durante dos años consecutivos, habiendo comenzado en 2017. Sin embargo, en nuestro país aún debemos conocer mejor cómo desarrollar y medir esta mentalidad en los estudiantes. Es por ello que desde 2017 el equipo de EMELab ha estado estudiando la mentalidad de crecimiento en más de cinco mil estudiantes chilenos. Fue con dicho objetivo que durante tres años se implementó una adaptación de las intervenciones online utilizadas en Estados Unidos, siendo aplicada en 30 colegios a lo largo de Chile. Al igual que en Estados Unidos, en este estudio se aleatorizó a los estudiantes a una clase en línea sobre la mentalidad de crecimiento. Además de ello, a partir de estos estudios se han analizado otras variables de la motivación escolar, como el propósito, perseverancia y autocontrol. Actualmente, los datos se encuentran bajo análisis para poder aportar al entendiendo de este tipo de habilidades.

Finalmente, en nuestro laboratorio, junto a nuestras investigaciones hemos realizado esfuerzos por entregar algunas herramientas para ayudar a comunidades escolares a crear entornos que permitan potenciar el desarrollo de habilidades socioemocionales. Estamos confiados que el aprendizaje socioemocional permitirá enfrentar de alguna manera el impacto negativo de la pandemia, cuyos efectos han trascendido lo sanitario e impactado mucho más allá, siendo el plano educativo uno de los más golpeados.

 

 

Duckworth, A.L. y Seligman, M., 2005. Self-discipline outdoes IQ in predicting academic performance of adolescents. Psychological Science, 16(2), pp. 939-944.

Duckworth, A. y Seligman, M., 2006. Self-Discipline Gives Girls the Edge: Gender in Self-Discipline, Grades, and Achievement Test Scores. Journal of Educational Psychology 2006, Vol. 98, No. 1, pp. 198-208. DOI: 10.1037/0022-0663.98.1.198

Dweck, C. S. (1999). Self-theories: Their role in motivation, personality, and development. Philadelphia: Psychology Press.

Heckman, J., Stixrud, J. y Urzua, S., 2006. The effects of cognitive and non- cognitive abilities on labor market outcomes and social behavior. Journal of Labor Economics, 24(3), pp. 411-482.

Yeager, D.S., Hanselman, P., Walton, G.M. et al. A national experiment reveals where a growth mindset improves achievement. Nature 573, 364–369 (2019). https://doi.org/10.1038/s41586-019-1466-y

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