Inmigración y desempleo

A finales de mayo de 2017, un trabajador de un terminal pesquero de Lo Espejo apuñaló a un compañero de origen haitiano, afirmando que “no estoy dispuesto a que vengan hueones de otros países a quitarnos la pega”. Esta opinión no es aislada. Según la Encuesta Cadem realizada a principios de 2018, un 38% de los encuestados afirmaba que la inmigración era mala, y de este grupo, un 45% sostenía que los inmigrantes les quitan las fuentes de trabajo a los chilenos.

Esta intuición, aunque apresurada, no es incorrecta del todo. En un entorno de mercado laboral descentralizado y competitivo, un aumento en la oferta laboral provocará una disminución de los salarios, haciendo que las empresas estén dispuestas a contratar más.

Usualmente, los últimos en desistir de trabajar se espera que sean trabajadores extranjeros, los que, por desconocimiento o necesidad, aceptan peores salarios y condiciones laborales con tal de trabajar. Sin embargo, el estudio sobre mercado laboral de los últimos años ha ahondado más en esta hipótesis, ¿qué nos dice la literatura económica?

A nivel internacional, se ha encontrado que los efectos de la inmigración sobre el mercado laboral dependen directamente de la cantidad de inmigrantes y la capacidad del mercado local de absorberlos. En particular, la experiencia canadiense[1]  muestra el ejemplo de un país que experimentó efectos en el desempleo en el corto plazo, pero fue capaz de acomodarse en el mediano plazo. Un caso similar ocurre en Francia[2] y Estados Unidos[3], en donde no se ven efectos negativos de la inmigración en el largo plazo.

A nivel local, según la encuesta CASEN 2017, de una fuerza laboral de 8,5 millones de personas, los inmigrantes son aproximadamente un 5,9% de ésta, en la que destacan los venezolanos (1,57%), peruanos (1,38%), colombianos (1,04%) y haitianos (0,65%).

Específicamente esta participación es clave en la explicación que entrega el trabajo de Dante Contreras et al (2013)[4], quienes señalan que la participación de los inmigrantes a través de los sectores económicos no supera el 3%, haciendo que no haya impactos significativos en el mercado laboral a nivel de empleo y salarios.

Al mismo tiempo, Juan Bravo[5] sostiene que en base a la literatura que ha estudiado el mercado laboral chileno respecto de los inmigrantes, hay un nulo efecto de éstos sobre el desempleo.

Incluso, existe literatura que indica que la inmigración resulta beneficiosa para el crecimiento económico. Los canales por los que pueden actuar los efectos positivos de la inmigración son varios.

Por una parte, el estudio de Boubtane et al (2013)[6], el que examina el impacto de la inmigración en 22 países de la OECD entre 1987 – 2009, considera que la respuesta del país depende principalmente de dos factores: las oportunidades de trabajo dentro del país y las políticas de migración impulsadas por los gobiernos, siendo éstas últimas las más determinantes a la hora de ver los efectos sobre los países. El efecto positivo de la inmigración se refleja principalmente por la inmigración altamente calificada que es un fenómeno en las últimas décadas.

Adicionalmente, la inmigración también soluciona las necesidades de corto plazo por las posibles holguras generadas en el mercado laboral.

En conclusión, el impacto de la inmigración sobre el mercado laboral local no es sencillo, ni tampoco directamente negativo, puesto que depende de las condiciones internas de cada país. De este modo, el desafío de los países que usualmente son “huéspedes” de la inmigración consiste en generar políticas adecuadas para su absorción y posicionamiento en el mercado laboral.

[1] Veugelers, J. W., & Klassen, T. R. (1994). Continuity and change in Canada’s unemployment-immigration linkage (1946-1993). Canadian Journal of Sociology/Cahiers canadiens de sociologie, 351-369.

[2] Fromentin, V. (2013). The relationship between immigration and unemployment: The case of France. Economic Analysis and Policy, 43(1), 51-66.

[3] Giulietti, C., Guzi, M., Kahanec, M., & Zimmermann, K. F. (2013). Unemployment benefits and immigration: evidence from the EU. International Journal of Manpower, 34(1), 24-38.

[4] Contreras, D., Ruiz-Tagle, J., & Sepúlveda, P. (2013). Migración y mercado laboral en Chile. Serie documentos de trabajo, 376.

[5] Bravo, J. (2016). Impactos económicos de la inmigración en Chile en un contexto de envejecimiento de la población. Informe Laboral. Clapes UC.

[6] Boubtane, E., Coulibaly, D., & Rault, C. (2013). Immigration, growth, and unemployment: Panel VAR evidence from OECD countries. Labour, 27(4), 399-420.

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