¿Cuánto dialogamos?

Las redes sociales ya forman parte de nuestras vidas y muchas personas en el mundo se han beneficiado desde su aparición masiva en el año 2005. En ellas compartimos nuestras opiniones con otros usuarios y constantemente vamos formando parte de grupos con intereses similares a los nuestros. Porque a pesar de que todos los usuarios en las redes sociales tienen una voz, las personas tienden a escuchar y conectarse solo con aquellos de creencias y costumbres similares.

Este sesgo cognitivo es conocido como homofilia[1] y puede ser positivo en algunos casos, ya que permite a las personas obtener beneficios mutuos con personas que comparten sus preferencias. Sin embargo, cuando se involucra en cuestiones ideológicas puede tener consecuencias negativas, como el incremento en la desconexión de los grupos con posturas políticas distintas. Un hecho desalentador respecto de lo anterior es que las redes sociales recomiendan y adaptan contenido en función de la interacción y los datos de red de los usuarios, fomentando interacciones entre personas con preferencias ideológicas afines.

Y debido a que los algoritmos quieren maximizar la participación del usuario, recomiendan especialmente contenido que potencie la homofilia. Tal refuerzo sesgado hace que los sistemas informáticos recomienden aún más contenido polarizante, limitando a los usuarios a burbujas de filtro. Eventualmente, el aumento de la polarización en temas sensibles y de contingencia nacional tiene como consecuencia una sociedad menos cohesionada, con mayores dificultades para la solución de conflictos y que es más propensa a validar y hacer uso de la violencia.

De acuerdo con Graells-Garrido y sus co autores[2], existe una novedosa forma de disminuir la recomendación de contenido homofílico en las redes sociales. Consiste en sugerir contenido no conflictivo con el usuario. Estos intereses son denominados “temas intermedios” y tienen como principal característica que, al presentarlo, dos personas de posturas opuestas en temas sensibles pueden comunicarse y discutir sin enfrentar información que genere rechazo en el primer encuentro.

Los autores estudian el debate en twitter sobre el aborto en Chile para validar la existencia de estos temas intermedios y si es posible cuantificar el comportamiento homofílico en usuarios. Predicen la postura política de un grupo de usuarios y luego calculan la proporción de interacciones entre ellos. Además, construyen una red de tópicos para ver cuál es más propenso a incluir usuarios de diversas posturas políticas, es decir, qué nodo califica como tema intermediario.

Respecto de las mediciones del comportamiento homofílico en el grupo de usuarios, el siguiente gráfico muestra las interacciones bidireccionales de usuarios en la discusión sobre el aborto, en donde cada nodo es un usuario y los colores señalan la postura del aborto (púrpura: pro-elección, verde: anti-aborto).


En la gráfica se puede observar que existen dos grandes grupos y componentes pequeños que son prominentes de una sola postura. Los autores aseguran que las proporciones de interacciones con la misma postura son similares (pro-elección: 76.45%; anti-aborto: 74.24%) y que están distribuidas de acuerdo con una población sesgada, confirmando un comportamiento homofílico en el grupo estudiado.

Como vimos, existe una forma de cuantificar la homofilia y de hallar tópicos intermedios en temas sensibles como el aborto o la desigualdad. Por lo tanto, aún hay esperanza de que al menos en plataformas de micro-blogging como twitter, se incorporen tecnologías como la presentada en los sistemas recomendadores. Sin embargo, la homofilia es un sesgo inherente a las relaciones humanas por lo que estos algoritmos, si bien, pueden contribuir a no potenciarla o a contrarrestarla, es necesario que estén acompañados también de una mayor apertura a ideas y contenidos diferentes por parte de la población.

Actualmente hemos sido testigos de cómo las personas han dejado de seguir a sus amigos y parientes en redes sociales por el solo hecho de no querer leer su opinión. Es tarea de todos mejorar nuestra tolerancia, estar dispuestos a escuchar y debatir en temas tan importantes como nuestra nueva Constitución. Solo de esta manera vamos a lograr conectar a personas de distintas posturas políticas y a mejorar la resolución de conflictos, creando así una sociedad más cohesionada, algo que nos hace mucha falta en los duros tiempos que vive nuestro país.

 

 

[1] La homofilia es la tendencia a formar vínculos con personas similares, donde la similitud está ligada a muchos factores, desde el sociodemográfico hasta el conductual e interpersonal.

[2] Graells-Garrido, Eduardo & Lalmas, Mounia & Baeza-Yates, Ricardo. (2015). Finding Intermediary Topics Between People of Opposing Views: A Case Study.

 

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