Programas de tutorías comunitarias: ¿qué logramos? ¿qué buscamos?

Por Nicolás Rey

Durante el año 2023, el Ministerio de Educación anunció una convocatoria masiva de voluntarios para un programa de tutorías comunitarias, orientado a mitigar los efectos en el aprendizaje que ocasionó la pandemia del COVID-19[1].

A este respecto, quienes tenemos interés por las políticas públicas nos preguntamos qué evidencia existe respecto de la eficacia de programas de tutorías de este tipo, y qué deberíamos medir y definir como eficacia en este caso.

En un contexto global, Nickow, Oeropoulos & Quan (2024) destacan la versatilidad de los programas de tutorías, en cuanto a su adaptabilidad a diversas necesidades educacionales y contextos. Los autores desarrollan un meta-análisis mediante el cual buscan evaluar, por un lado, el impacto de estos programas sobre resultados académicos, y por otro, la magnitud de dicho impacto en función de las características y el contexto en el que se desarrollen las sesiones de tutoría.

El análisis de 96 estudios de Nickow y sus coautores concluye que la evidencia apunta a que los programas de tutorías generarían mejoras significativas en cuanto a puntajes de pruebas estandarizadas. Respecto de cómo dicho impacto varía en función de las características y contexto de cada programa, los autores encuentran que este sería más fuerte cuando los tutores son profesionales calificados en el área de la educación. En esta misma línea, también se estima que la implementación de estos programas a temprana edad incidiría positivamente en la magnitud de su impacto.

La evidencia descrita es esperanzadora para el programa del Ministerio. Sin embargo, ¿existe evidencia para nuestro país?, y si la hay, ¿qué otras dimensiones del proceso educativo es posible impactar, más allá del resultado en pruebas académicas?

En un interesante trabajo, Gallego, Cabezas & Cuesta (2021), mediante un diseño experimental, analizan el impacto de un programa de tutorías llamado Servicio País Educación[2]. Este programa, cuya estructura es muy similar a la que desarrolla el Ministerio luego de su convocatoria, se implementó de forma aleatoria en una serie de colegios vulnerables en varias comunas del país. En términos concretos, esta estructura consistía de quince sesiones de tutoría semanales, de 90 minutos cada una, en las que bajo una metodología predeterminada se llevaba a cabo una actividad de lectura grupal. Los tutores eran voluntarios, estudiantes universitarios, quienes en su mayor parte no contaban con experiencia pedagógica previa.

Como efectos de corto plazo, los investigadores miden el impacto del programa en los resultados de una prueba de lenguaje[3], así como en cuanto a la actitud −o el gusto− de los alumnos hacia la lectura. Apuntar a esta variable tiene sentido, toda vez que tendría una relación directa con la actividad que se llevó a cabo en las sesiones de tutoría. Los autores encuentran un impacto moderado en los resultados de la prueba, radicado principalmente en el componente de comprensión lectora. En contraste, no se identificaron impactos en la actitud de los alumnos hacia la lectura.

¿Es lo anterior una mala noticia para el programa del Ministerio?

No necesariamente. Tal y como se plantea más arriba, es importante esclarecer qué es lo que definimos como eficaz. En esta línea, consideremos otros efectos, de mediano plazo, que se lograron identificar en la investigación. En efecto, los autores utilizan información administrativa para evaluar si la intervención tuvo algún impacto en variables relevantes del proceso educativo, a saber, la probabilidad de deserción escolar, la probabilidad de terminar a tiempo la enseñanza básica y media, porcentajes de asistencia a clases, y resultados en las pruebas Simce.

El estudio permite identificar, que el programa de tutorías efectivamente tuvo un impacto significativo en todas estas variables de interés, siempre en la dirección deseada. Por ejemplo, se identifica que haber participado del programa de tutorías aumentaría en 4,5 puntos porcentuales la probabilidad de terminar la enseñanza básica a tiempo, es decir, de no exhibir repitencias hasta octavo básico.

Más importante aún, es que los autores logran identificar que los efectos descritos son, en su mayoría, más relevantes para aquellos alumnos con una alta probabilidad ex-ante de deserción escolar. Un ejemplo de esto es en el impacto en los resultados de las pruebas Simce[4] de matemáticas y lenguaje, tanto para octavo básico como segundo medio. En efecto, el estudio identifica efectos del orden de 0,2 y 0,1 desviaciones estándar en los puntajes de matemáticas y lenguaje respectivamente, para las pruebas rendidas en octavo básico, que sólo son estadísticamente significativos para aquellos alumnos con alto riesgo de deserción. Algo similar se observa para las pruebas rendidas en segundo medio. Es decir, la evidencia apunta a que el programa tiene precisamente un mayor impacto sobre alumnos cuyo proceso educativo tenía un alto riesgo de no llegar a término.

¿Y los mecanismos?

Gallego, Cabezas y Cuesta también abordan −en parte− esta interrogante, intentando separar el apoyo académico que presta cada tutor de la relación que cada uno de estos construye con sus alumnos. La evidencia apunta a que la relación tutor-alumno es la que más logra explicar los resultados del estudio. Lo anterior es razonable, considerando que el impacto de la intervención es más relevante en variables que son mucho más amplias que los conocimientos estrechamente relacionados con la actividad que se llevaba a cabo en las sesiones de tutoría.

En suma, existe evidencia respecto de que un programa de tutorías, como el que lleva a cabo el Ministerio de Educación en su convocatoria, sería eficaz en cuanto al impacto que generaría en el proceso educativo de los estudiantes chilenos. Para ello, es importante considerar no sólo los resultados de pruebas directamente relacionables con las actividades llevadas a cabo en las sesiones, sino el proceso educativo completo, procurando estimular la generación de vínculos tutor-alumno.

Referencias

Gallego, F., Cabezas, V., & Cuesta, J. (2021, September). Does Short-Term School Tutoring have Medium-Term Effects? Experimental Evidence from Chile. Documento de Trabajo IE-PUC, N° 565, 2021.

Nickow, A., Oreopoulos, P., & Quan, V. (2024). The Promise of Tutoring for PreK–12 Learning: A Systematic Review and Meta-Analysis of the Experimental Evidence. American Educational Research Journal, 61(1), 74-107. doi:10.3102/00028312231208687

 

[1] https://www.mineduc.cl/plan-nacional-de-tutorias/

[2] Programa implementado de forma conjunta por el Ministerio de Educación y la Fundación para la Superación de la Pobreza.

[3] Prueba de Comprensión Lectora y Producción de Textos.

[4] Acrónimo de “Sistema de Medición de la Calidad de la Educación”, conjunto de exámenes usados en el país para medir el dominio de los estudiantes en materias que pertenecen al currículo escolar.

 

 

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