Entrevista a los creadores de Bruno y el Big Bang

Cuando le preguntas a un astrónomo como fue que llegó a la astronomía, la mayoría de ellos te dirá que desde muy pequeño era extremadamente curioso, que a muy temprana edad le regalaron un telescopio, que se sabía las constelaciones al revés y al derecho y que leía sin problema libros de astronomía para grandes.

El caso de Rodrigo Contreras es distinto. Si bien fue un alumno de relativamente buenas notas, nunca desarrolló una pasión extrema por la ciencia. Era una persona bastante transversal, que le gustaba hacer deporte, hacer maldades… en cuarto medio no tenía la menor idea de que haría en su vida. Fue mientras estudiaba Ingeniería civil que tomó unos cursos de física cuántica y se dio cuenta de lo maravilloso que era el Universo microscópico y el que tenemos sobre nuestras cabezas. Esa experiencia lo motivó a seguir la carrera de astronomía.

Por su parte, Carolina Undurraga tuvo un paso más largo e indeciso por la universidad. Estudió arquitectura en la PUC, pero a los cuatro años se cambió a la carrera de arte. Posteriormente hizo la pedagogía y un postítulo de arquitectura y manejo del paisaje en la misma universidad.

Con Rodrigo se conocieron hace varios años, sin embargo, nunca habían hablado de trabajo hasta que Carolina lanzó un libro infantil.

 

En esta entrevista ambos nos cuentan la historia de Bruno, un científico particular.

 

¿De qué se trata Bruno y el Big Bang?

Bruno y el Big Bang es el primero de una saga de libros ilustrados que pretenden acercar conceptos de astronomía y física a los niños desde los 8 hasta los 99 años (todos tenemos un niño dentro que quiere aprender). Bruno es un niño común y corriente, como el 99% de los niños en una sala de clase. Cuando llega al extremo de estar «con los ojos cuadrados» de tanto jugar play y aburrido de hacer las típicas cosas que se hacen en las vacaciones de verano, Bruno recibe unos anteojos mágicos que le llegan desde las estrellas. Gracias a este regalo conoce a un ser minúsculo llamado Hidrógenes Cortinez Pulgar, un átomo de hidrógeno nacido hace 14 mil millones de años en el Big Bang. Habiendo nacido al principio de los tiempos, Hidrógenes conoce toda la historia del Cosmos y junto a su amigo Oxigenado (átomo de Oxígeno) le contarán a Bruno los secretos mejor guardados del Universo. En este libro en particular, Hidrógenes le narrará las aventuras vividas para llegar desde el momento en que nació el Universo hasta su vaso de agua.

 

¿Por qué decidieron escribir este libro? ¿Cuál es la necesidad?

[CU]: Los dos somos padres y vemos la curiosidad innata de los niños por conocer y saber. Quisimos desde siempre despertar la capacidad de asombro en los niños, agudizar su percepción para que logren ampliar sus experiencias. Queríamos que se adentraran en el mundo de la ciencia que por lo general es tan difícil y densa de explicar, aportando lo que cada uno sabe hacer: Rodrigo con todos sus conocimientos de la astronomía, y yo con mi experiencia en ilustración y docencia. Vimos que el mundo digital está comiéndose las mentes de muchos niños y cómo esto los aletarga, los deja ensimismados sin la oportunidad de descubrir la maravilla que los rodea: el mundo y el universo. “no mires hacia tus zapatos, mira hacia arriba” decía Stephen Hawking.

 

¿Por qué creen que es importante que los niños aprendan astronomía o ciencias en general?

Creemos que hay varias razones, pero principalmente porque tenemos la certeza que las astronomía nos hace mejores personas. Hoy vivimos en un mundo lleno de racismo, clasismo, sexismo y donde el bullying se ha transformado en el arma preferida entre los niños. Las astronomía nos enseña que todos somos iguales, que todos somos seres minúsculos viviendo en un grano de arena que flota en un Universo enorme, que todos estamos formados de los mismos legos fundamentales, los átomos, y que todos tenemos el mismo origen; un punto insignificante que explotó hace 14.000 millones de años y creó el Universo.

Los niños son inocentes y no traen consigo el odio o las diferencias que los más adultos inventamos para atacarnos unos a otros. Si gracias a la astronomía logramos combatir la soberbia, la discriminación, los odios, el cómo debemos amar nuestro planeta y cuidarlo y logramos enseñarles desde pequeños que vivimos en un mundo en que todos somos completamente iguales, habremos contribuido con un granito de arena para formar una mejor sociedad.

 

¿Cómo ha sido la recepción por parte de los niños?

¡Maravillosa! Hemos tenido un excelente feedback de muchos padres y niños. Por ejemplo, hemos recibido videos de niños explorando el micromundo con una lupa (hormigas e insectos) igual a como lo hace Bruno, hemos recibido preguntas sobre el Universo a través del email que dispusimos en el libro, nos han hecho llegar ilustraciones de Hidrógenes dibujados por niños e incluso presentaciones del libro en disertaciones de colegio. Por otra parte, hemos complementado este libro con talleres en que mezclamos Astronomía y Arte y los resultados han sido muy satisfactorios pues padres y niños quedan fascinados.

 

¿Dónde ha estado la clave?

Creemos que son varias. Las ilustraciones son el primer caramelo, si al niño que abre el libro le gusta visualmente ya hemos dado el primer paso. El otro punto importante está en el protagonista. Al ser un niño común y corriente, travieso, inquieto, que no se destaca particularmente en el colegio, hace que los niños se identifiquen de inmediato con él. Por último, creemos que el lenguaje poco técnico y el humor permiten que los niños se enganchen y gracias a eso pueden leer el libro hasta al final y aprender sin darse cuenta.

 

¿Tienen alguna recomendación para los que quieran hacer divulgación científica?

Creemos que si a alguien le apasiona un tema, sea cual sea, es imposible no querer compartirlo con los demás. Pero hay que tener cuidado con la divulgación científica porque la ciencia produce una barrera inicial ya que muchas veces se le asocia con algo difícil de entender y solo apto para personas con algún don especial. Por lo tanto, para hablar sobre ciencia es fundamental dejar afuera los tecnicismos y explicar de manera sencilla. Como decía Einstein: “si no lo puedes explicar de forma sencilla, es que no lo has entendido bien”. El otro ingrediente importante es comunicar con pasión. Debemos romper el mito de que la ciencia es aburrida; la ciencia puede entretener y mucho. En el caso de la astronomía, hay un plus importante que son las imágenes, las cuales pueden ser muy atractivas pero si eres un comunicador con lenguaje críptico y sin pasión, la astronomía podría transformarse en “amor a primera vista y odio a primera audición”.

 

Saliendo del tema del libro, ¿Cuáles son los desafíos actuales de la astronomía? ¿Por qué Chile parece ser tan importante?

[RC]: Chile es un país muy importante en el ámbito de la astronomía porque tenemos los cielos más limpios del mundo. Este hecho ha significado que los mejores y más grandes telescopios del planeta se estén construyendo acá. Gracias a esto, nuestro país se convertirá dentro de la próxima década en la capital mundial de la astronomía y sus cielos podrían convertirse muy luego en patrimonio de la humanidad. Todo esto suena maravilloso, pero en mi opinión, falta algo muy importante para hacer el paquete completo: astrónomos chilenos. No sabes lo frustrante que puede ser -al menos para mí- leer en la prensa algo como «se descubre planeta extrasolar desde cielos chilenos» o «desde los telescopios ubicados en Chile se hace tal o cual cosa» ¿Dónde está el mérito? Lo que como país necesitamos, es que en el futuro sean mayormente los astrónomos chilenos quienes hagan los descubrimientos, eso sí que sería un logro. Para ello, debemos formar astrónomos y partir motivando a los niños con las carreras científicas desde muy pequeños.

 

A todos los interesados en aprender más de astronomía, les recomendamos la cuenta en Instagram de Rodrigo Contreras: @pildorasdeastro.

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