Por Carolina Evans. Analista FK Economics
No es un secreto que las conductas de celebridades en redes sociales a veces generan efectos sobre las acciones de las personas o la economía. Esto se ve en situaciones como la caída del valor del bitcoin cuando Elon Musk habla mal de ella en las redes, o el hecho de que productos se agoten inmediatamente una vez que se observa a Taylor Swift utilizándolos.
Los economistas Müller y Schwarz estudiaron el efecto de las redes sociales sobre los sentimientos y crímenes anti-minorías, en su trabajo From Hashtag to Hate Crime: Twitter and Anti-Minority Sentiment. El documento relaciona el aumento de la frecuencia de los crímenes de odio contra musulmanes en Estados Unidos desde las primarias presidenciales de 2016 con la intensidad de uso de Twitter y el ascenso político de Donald Trump.
En primer lugar, los autores encuentran que una mayor exposición a las redes sociales aumentó los crímenes de odio contra musulmanes en la época del ascenso político de Donald Trump. Específicamente, que una mayor exposición de una desviación estándar a Twitter se asocia con un aumento 32% mayor en los crímenes de odio en el período de campaña de las elecciones presidenciales de 2016.
En segundo lugar, los autores encuentran evidencia consistente con la idea de que los tweets de Trump sobre musulmanes desencadenan oleadas de sentimiento anti musulmán. En particular, encuentran que estos tweets predicen la frecuencia de los crímenes de odio y la atención que prestan los medios a temas relacionados con musulmanes. Adicionalmente encuentran el aumento de los delitos de odio contra los musulmanes en los días posteriores a los tweets de Donald Trump es impulsado por los condados con mayor penetración de Twitter.
Por último, los autores estudian tres mecanismos que podrían explicar sus hallazgos.
El primero es que se debe a cambios en los costos de coordinar los crímenes de odio entre perpetradores potenciales. Este mecanismo se descarta al observar que los efectos encontrados se deben en gran medida a crímenes de odio cometidos por perpetradores individuales y no por grupos.
El segundo es que ocasionen cambios en las creencias de las personas (persuasión). Este mecanismo también se descarta, debido a que no se encuentra evidencia de que las redes sociales hayan persuadido a las personas a volverse más xenófobas. De hecho, encuestas y pruebas de asociación implícita sugieren que las opiniones de los estadounidenses sobre los musulmanes y los inmigrantes se han vuelto más positivas desde el ascenso político de Trump, particularmente entre los usuarios de las redes sociales.
Finalmente se analiza si se deben a cambios en la aceptación social percibida de creencias o acciones xenófobas. El análisis indica que los hallazgos de los autores se explicarían porque las redes sociales cambian la percepción de las personas sobre qué acciones hacia las minorías son socialmente aceptables. En otras palabras, los hallazgos se explicarían porque, al ver que una celebridad apoya sus creencias y también lo hacen muchos de sus seguidores, las personas anti-musulmanas sienten que sus creencias son más socialmente aceptables y por lo tanto sus acciones respecto de ello también.
Lo anterior indica que ser una celebridad, ya sea política, deportiva, del mundo del espectáculo u otra, conlleva una responsabilidad respecto de lo que tus publicaciones y acciones pueden provocar y lleva a preguntarse ¿Hasta que punto las redes influirán en la política y economía de los países? ¿Se ganarán las próximas elecciones por este medio? Algo en lo que pensar.