Por: Eduardo Barrueto Silva
Las entregas licencias médicas es un fenómeno que ocurre diariamente en nuestro país, y tienen como objetivo fundamental el darles a los trabajadores un tiempo, dentro del marco legal, para ausentarse al trabajo debido a que no están en óptimas condiciones físicas y/o mentales para cumplir con sus labores. A lo largo del tiempo, estas licencias podían ser entregadas de manera física o de manera electrónica por un doctor, en donde el trabajador debía ir a su consulta, el doctor lo revisaba, y una vez que se llevaba a cabo el diagnóstico, la licencia era entregada, las cuales en su mayoría eran licencias físicas.
Sin embargo, este proceso de entrega de licencias podía ser muy engorroso tanto para trabajadores, como también para los pacientes. Además, debido a la poca fiscalización y seguimiento que significaba, podría traer incentivos perversos para los doctores y/o pacientes, ya que permitía abusar del sistema, y repartir licencias médicas cuando, en realidad, no había ningún tipo de problema. De esta manera, FONASA durante el tercer trimestre del año 2018, decidió comenzar a impartir ciertas restricciones al uso de licencias físicas, para así incentivar el uso de licencias electrónicas por parte de los doctores, con el objetivo de hacer menos tediosa la entrega de licencias, pero también para poder tener una mayor fiscalización de aquellos doctores que abusen del sistema. Mi investigación: Facing a Technology Adoption: How Doctor’s Behavior Change?, estudió cómo esta nueva iniciativa por parte de FONASA cambió el comportamiento de los doctores, especialmente de aquellos que hacían entrega de una gran cantidad de licencias médicas al año, a quienes llamaremos “licenciosos”.
Para esta investigación se caracterizaron dos grupos: uno “licencioso” y otro “no licencioso”, donde aquellos que eran licenciosos correspondían a los doctores pertenecientes a los percentiles 98 y 99, mientras que los no licenciosos eran todos los doctores que pertenecían a percentiles menores que el 90. De esta manera, se podrá identificar como el comportamiento de los doctores que daban más licencias fue distinto al del resto de los doctores. A partir de esto, se encontró que antes de que ocurriera la iniciativa, no había una diferencia significativa en la tendencia del uso de esta tecnología entre los doctores licenciosos y no licenciosos, hasta el momento en que FONASA decidió intervenir. Luego de la intervención, el grupo licencioso tuvo un aumento exponencial en el uso de la tecnología, a diferencia del otro grupo que no presentó un cambio tan brutal luego de la intervención. Esta diferencia hace pensar que los doctores tienen un cambio de comportamiento frente a la tecnología, tal y como esperaba FONASA ya que ambos grupos decidieron cambiarse a este nuevo sistema. Ahora bien, esta intervención presenta nuevas interrogantes respecto a cómo los doctores respondieron a esta nueva tecnología: ¿Hubo un aumento en la cantidad de licencias entregadas?
Para responder esta pregunta, lo primero que se hizo fue generar dos grupos de doctores licenciosos: uno pre-intervención, y el otro post-intervención. Lo anterior porque se encontró en los datos que el grupo licencioso antes y después de esta intervención cambió de manera sustancial, por lo que fue necesario realizar esta distinción. Una vez que se realizó, y con la ayuda de modelos econométricos para explicar estos comportamientos se encuentra que el grupo licencioso pre-intervención disminuyó el número de licencias entregadas, mientras que el grupo licencioso post-intervención aumentó el número de licencias que se entregaban.
Una posible hipótesis para explicar esto es que los doctores licenciosos pre-intervención disminuyeron su cantidad de licencias entregadas debido a un miedo a ser fiscalizados, ya que como ahora las autoridades tienen un mayor control de cómo están entregando licencias los doctores en general, estos doctores serían los primeros en ser “mirados” por las autoridades. Entonces, para evitarse cualquier tipo de problemas con las autoridades deciden regular esta emisión de licencias, y así salir del radar de los fiscalizadores.
Por otro lado, los doctores licenciosos post-intervención deciden aumentar su número de licencias debido a que aprovechan esta ventaja tecnológica para emitir más de lo que hacían antes. Este comportamiento sigue las conductas usuales que uno esperaría de cualquier firma o individuo que ve ahora una manera más eficiente de generar su producto, o este caso de entregar este servicio. De alguna manera, estos doctores se están adaptando a la nueva normalidad, y adaptan su forma de emitir licencias, para sacarle el mayor provecho posible a la nueva tecnología.
Estos resultados son muy interesantes para los hacedores de política pública ya que de alguna manera muestran que si bien las autoridades están siendo exitosos en como los doctores asimilan esta nueva tecnología, se presenta un nuevo problema al tener a este nuevo grupo de doctores que está aprovechando este nuevo sistema para emitir más licencias, sea por la razón que sea. Por tanto, las autoridades deben encontrar maneras de hacerle saber a estos individuos que están siendo vigilados, y podría generarse en un problema para ellos en un futuro.
Referencias:
Barrueto Silva, E. (2021). Facing a Technology Adoption: How Doctor’s Behavior Change?