Por Paz Verónica Milet
La victoria de Javier Milei y su llegada a la presidencia de Argentina, no son sorpresivas. Las encuestas le daban el primer lugar por sobre el actual ministro de Economía de ese país, Sergio Massa. Lo que si sorprendió es la amplitud de la victoria del líder libertario, pues se auguraba un resultado mas estrecho. ¿Qué explica las condiciones en que se dio este acceso al poder por parte de Milei?
Las razones son variadas, pero dan cuenta primero de un gran descontento. No sólo con la gestión económica actual, sino con el modelo desarrollado por el Peronismo y específicamente con el Kirchnerismo. Algunos sectores asocian a este con un excesivo accionar del Estado, descontrol cambiario y corrupción y frente a esta percepción, optaron por la alternativa más lejana, por un independiente que sólo hace dos años se había insertado efectivamente en la política.
Segundo, ante la imagen de que todo estaría mal, se optó por el que proponía cambiar todo, aunque– en la práctica- no pueda realizarlo. Milei carece de la mayoría parlamentaria para llevar a cabo gran parte de sus propuestas, no tiene ningún Gobernador y el apoyo político del expresidente Mauricio Macri seguramente ha estado condicionado a la moderación o derechamente, a la no realización de algunas de sus principales ideas.
Tercero, frente al cuestionamiento a cómo se ha está gestionando la democracia, se busca una alternativa de fuerza, cercana a otras experiencias que se están desarrollando en la región, cercanas al cesarismo político.
Estas -entre otras razones- habría motivado la decisión mayoritaria por Milei. Una opción que superó todos los desafíos generados por el candidato Massa –que, por ejemplo, tuvo una actuación marcadamente superior en el último debate- y por el propio presidente electo, que generó discrepancias con la Iglesia y con otros sectores vitales para la convivencia ciudadana.
Hoy el principal cuestionamiento es cuánto durará la luna de miel para Milei, frente al desequilibro existente entre las expectativas que generó y su propia capacidad de gestión, en un escenario que no es favorable ni política ni económicamente. Ya diversos especialistas han cuestionado la posibilidad de dolarizar -ante la escasez de divisas- y han hecho referencia a la necesidad de discutir adecuadamente las posibles privatizaciones. Especial referencia por ejemplo se ha hecho a la privatización de los medios de comunicación estatales.
Asimismo, en este marco de posibles cuestionamientos, es importante considerar que más allá de las posibles tensiones en el Congreso, es vital en un Estado federal como el argentino tener presente el rol de los gobernadores y el amplio poder que estos tienen. Las dificultades para articular una acción cohesionadora a nivel regional, puede también atentar contra la estabilidad de la acción de Milei.
Frente a las posibles dificultades en el Congreso y los gobernadores, la presencia y el apoyo de Mauricio Macri es vital para el nuevo presidente argentino. La articulación con el líder de Juntos por el Cambio es una condición sine qua non para garantizar una mayor capacidad de acción.