Por Sebastián Rivas, Director de Incidencia de Pivotes
Nadie les preguntó, pero se convirtieron en protagonistas centrales del Chile electoral que emergió tras el estallido. Aunque tenían desde 2012 la posibilidad de votar si así lo querían, los 15 millones de votantes habilitados jamás habían llegado a participar de forma tan masiva como en el ciclo iniciado con el plebiscito de salida de 2022. Lo máximo eran los 8,3 millones de la segunda vuelta entre Gabriel Boric y José Antonio Kast, cifra que rápidamente fue superada por casi cinco millones en los plebiscitos de 2022 y 2023, con una permanente participación en torno al 85%.
Pero entre este grupo que se incorporó, y que llevó el pozo electoral a superar los 13 millones de personas, hay un subgrupo especial que apenas ha mostrado sus cartas. Son los dos y medio millones de personas que, de acuerdo a diferentes proyecciones, han tenido una secuencia directa en las últimas tres elecciones: Rechazo en el plebiscito de 2022, nulo o blanco en las elecciones del Consejo Constitucional de mayo de 2023 -donde estos sufragios se elevaron hasta los 2,7 millones-, y En Contra en el reciente plebiscito de salida de diciembre de 2023.
Hay datos a la vista. Un análisis presentado por David Altman, Juan Díaz, Eduardo Engel y Benjamín Peña plantea que el 83% de los votantes que anularon o votaron en blanco para elegir consejeros constitucionales optaron por el En Contra; es decir, cerca de 2,3 millones de votos. Los porcentajes, estimaciones y números son similares tanto al análisis sobre este grupo realizado por DecideChile de Unholster y de lo que dicen las encuestas de Panel Ciudadano. Si hacemos fe, estamos hablando de cerca del 20% de los votos válidamente emitidos que, muy posiblemente, no han emitido aún en su vida una preferencia en positivo, a favor de algo o alguien.
Esto cobra relevancia porque el escenario para las siguientes elecciones implica escoger una opción, ya sea en alcaldes, gobernadores o concejales en 2024, o de cores, parlamentarios y presidente en 2025. Y aunque es posible hipotetizar que estos votantes sólo han ido a participar por el temor a la multa involucrada con no acudir a las urnas, existen dos dimensiones que coexisten y que son de interés para observar.
La primera es que, de repetirse tal cual el fenómeno, es probable que en octubre de este año se abra un debate sobre la alta cantidad de votos blancos y nulos, que podría elevarse en algunos de los comicios (como concejales) más allá de un quinto de los votos. La referencia internacional es el 40% del padrón que no votó en las elecciones parlamentarias argentinas de 2001 y 2005, época enmarcada por el mensaje de “que se vayan todos”.
Pero la segunda es la pregunta abierta que más debiera interesar. ¿Hay algún motivo que pueda llevar a estos votantes a confiar en alguna figura en específico para romper su racha de votos negativos? Es relevante porque, en la literatura internacional, éste ha sido el espacio para el surgimiento de outsiders políticos, en particular en las elecciones presidenciales. Y su alimento, más allá de la ideología, es la crítica al sistema político existente.
Si creemos que existen posibilidades de que esto ocurra, lo que pase este año -en especial en el Gobierno y el Congreso- es muy importante. De no lograr avances en temas específicos, como la propia reforma al sistema político, el riesgo es que haya espacio fértil para un relato que muestre a la política como disfuncional, desconectada y sólo preocupada de sí misma. La manera en que candidaturas presidenciales se han originado cada vez con menor anticipación a los comicios en Chile suma un elemento que apunta a esta opción.
¿Será alguien capaz de penetrar ese grupo y conseguir agua para su molino, o más bien nos estamos acercando en una época en que el voto nulo y blanco reemplazará a la no asistencia a las urnas? Los datos que veremos en las próximas elecciones nos ayudarán a clarificar este escenario. Pero ya hay un elemento concreto: una secuencia de comicios nos ha dejado un nuevo perfil que aún no apoya a alguien y ha estado en contra de todo. En la tierra de Nicanor Parra, ha nacido el Antivotante.
