Crecimiento económico e Innovación: Entrevista con Roberto Álvarez

Por Jorge Fantuzzi

Conversamos con Roberto Álvarez, Director de la Escuela de Economía y Administración y Profesor Titular del Departamento de Economía de la Facultad de Economia y Negocios de la Universidad de Chile. Álvarez es Ingeniero Comercial y Magíster en Economía de la Universidad de Chile, con Ph.D. en Administración, UCLA Anderson School of Management. Universidad de California Los Ángeles, y Master of Arts en Economía, Universidad de California Los Ángeles.

Se ha desempeñado como consultor de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y como economista Senior en la Gerencia de Investigación Económica y en la Gerencia de Estabilidad Financiera del Banco Central de Chile, siendo sus principales áreas de investigación los temas vinculados al desarrollo económico: productividad, comercio internacional e innovación tecnológica, con énfasis particular en la economía chilena. Precisamente de estos temas conversamos con él.

Hace poco se lanzó el Gabinete de Crecimiento Económico, Desarrollo y Empleo, liderado por el Presidente Boric. ¿Qué impacto puede tener este tipo de iniciativa? 

Bueno, lo primero es que me alegro que el gobierno, después de estos años, haya creado este comité, porque era un tema que en principio no era importante para ellos, incluso mucha gente vinculada al sector hablaba del tema de decrecimiento. Es muy bueno que esto esté en la plaza porque de verdad Chile necesita volver a crecer a tasas relativamente razonables, no las tasas que tenemos ahora que son ciertas tasas muy bajas y en ese sentido creo que es un deber. Se debe realmente tomar en serio esto y empezar a pensar en cuáles son las políticas que se requieren para que Chile vuelva a crecer y pase de ser un país en desarrollo a ser el primer país desarrollado de América Latina, digamos, creo que ese es el desafío y no hay atajo para esto, entonces hay que pensarlo bien, seriamente.

Hay problemas de crecimiento que son claramente consecuencia de la pandemia y de la turbulencia política de los últimos años, pero la productividad lleva muchos años estancada, parece un problema estructural de la economía chilena.

Bueno, sí, eso está bastante documentado, está bastante claro que la productividad no ha crecido en Chile durante los últimos años, en más de una década. Eso obviamente tiene componentes estructurales muy importantes porque el impacto de las reformas que hizo Chile, las reformas sencillas, ya no están disponibles, no podemos meter más competencia vía bajar los aranceles porque ya se hizo, pero hay otras trabas que impiden que haya competencia en ciertos sectores en particular, sectores no transables por ejemplo, que no están expuestos a la competencia internacional. Hay otras trabas que limitan las exportaciones, digamos. Tenemos cosas tan particulares como el puerto de San Antonio que necesitamos agrandarlo y no hemos podido por razones medioambientales, eso está ahí. Hay otros costos asociados a las exportaciones que también se deben pensar sobre cómo uno debiese hacer y que no están en la discusión, digamos, de manera de potenciar el crecimiento de la productividad. Otra cosa también que se nos olvida, pero la tasa de inversión de Chile es bajita, creo que el último número es de 24%. Mira, entonces, si queremos crecer más también hay un tema con inversión, pero el tema fundamental es el crecimiento de la productividad. Es bien difícil que incorporemos nuevas tecnologías y que crezca la productividad si no hacemos una inversión seria.

Si el diagnóstico es conocido y en algunos casos consensuados, ¿por qué no se ha avanzado en tanto tiempo?

Bueno, yo creo, hay una explicación que estos son beneficios de largo plazo que no se van a ver en los cuatro años de gobierno, y eso hace que no sean prioritarios. Y otras cosas que yo creo que lo que me ha pasado en mi conversación con gente que está en el gobierno, lo urgente le quita espacio a lo importante. Entonces, está como que todo el día ahí en la reunión, en el informe, en el instrumento, en la foto, ¿verdad? Y como que queda poco tiempo para decir, bueno, pero vamos a ver realmente las cosas importantes. Creo que algo de eso hay ahí, digamos, también. 

¿Invertimos suficiente en innovación dado nuestro nivel de desarrollo?

No, para nada. Nosotros, dado nuestro nivel de ingreso, deberíamos estar invirtiendo más en investigación y desarrollo. Y sobre todo, que es un tema que no se discute mucho, hay que tomar en cuenta que gran parte del financiamiento es un financiamiento público.

¿Existe evidencia causal -más allá de sólo correlaciones- respecto del efecto de la innovación en los ingresos?

Sí, mira, hay un montón de evidencia micro usando estas encuestas de innovación, con todos los problemas que tienen, obviamente, de cómo se mide y de cómo mide la productividad, que es también toda una ciencia. En general, los trabajos son bien claritos en esa dirección. Uno puede discutir si está super bien identificado o no, es bien complicado la identificación, pero generalmente se encuentra. Pero toda la evidencia de mediano y de largo plazo indica que la innovación afecta a la productividad. I

¿Y por qué innovamos poco? ¿Están documentadas las razones?

Mira, hay distintos factores. Hay un trabajo bien interesante que es de Bill Maloney y un co-actor del BID, estudian la rentabilidad de invertir en I+D. Si uno invierte poco, en IM+D la rentabilidad debería ser bastante alta. Y ellos calculan los retornos a la I+D y para los países de ingreso medio y bajo, y esa rentabilidad no es tan alta. ¿Y por qué no es tan alta? Es la razón por la que no invierten en I+D. Y la rentabilidad no es tan alta porque hay una serie de otras condiciones estructurales de la economía que hacen que esa rentabilidad sea baja. Una es el capital humano, tiene escasez de capital humano y la innovación se hace con capital humano. Otro es el tema del acceso al crédito también, que a lo mejor es un súper buen proyecto, pero no es rentable al final del día porque va a ser muy caro el financiamiento. Entonces, ahí hay alguna razón, la falta de competencia también es una de las que inhibe la innovación. 

Generalmente los programas de gobierno vienen con promesas respecto del cumplimiento de nivel de inversión en innovación como % del PIB. ¿Es útil establecer ese tipo de metas?

Mira, luego de como 6 años tratando de convencer a los referees, este año logramos que nos publicaran un paper con Claudio Bravo donde miramos estas metas de I+D y vemos cuál es el grado de cumplimiento que han tenido. Y la verdad es que es bastante malito. Es bien difícil que haya ciertos cambios sustantivos en un periodo relativamente corto. Entonces, yo creo que siempre ponerse metas hace sentido. El tema es que tienes que ponerte en la meta, pero también tienes que diseñar la estrategia para llegar allá. Si no es voluntarismo. Yo puedo decir que mi meta va a ser que el próximo año voy a jugar al fútbol, con 10 kilos menos y no hago nada por lograrlo, no voy a gimnasio, no como menos, ¿entonces cómo? Es imposible. Y aquí yo creo que lo que ha sido fallado es la estrategia para que se pueda lograr esa meta.

Hay muchas otras razones para que la productividad esté estancada, por ejemplo, la rigidez del mercado laboral. A mi siempre se me viene a la cabeza la indemnización por años de servicio. ¿A dónde deberíamos avanzar en materia de rigidez laboral?

Sí, bueno, el tema obvio es la indemnización por años de servicio que impone un costo de despido bastante alto a la empresa. Ahora, yo creo que los políticos no van a estar dispuestos nunca a hacer un cambio. Creo que es súper políticamente no vendible. Y cuando uno conversa con ellos dicen, ni loco, yo no me voy a echar a la gente encima para esto. Y bueno, pero es como el tema de las pensiones. Hay políticas que son obvias. Si uno vive más, tiene que cotizar más años. Y las mujeres viven más que los hombres. Eso debe ser cambiado así, pero es bien difícil. Y ahí hay varias cuestiones laborales. 

Hay que hacer muchas cosas. ¿Será mejor ir avanzando de a poco en varios temas, o con «terapia de shock» en algunos pocos?

Mira, yo creo que me he ido moviendo un poquitito de estas cosas así más neoclásicas, en las que si hay una externalidad positiva (pongamos un subsidio) y eso como que soluciona todo, a una visión un poco más de este mundo de la teoría evolucionista. Lo que uno tiene que generar es un buen sistema nacional de innovación. Y por lo tanto, no es sólo el subsidio, no sólo la ley de crédito tributario, es cómo se van generando los agentes necesarios para hacer innovación y cómo estos agentes van interactuando y cómo van aprendiendo y cómo se van generando estos cambios. Y eso requiere un buen diagnóstico de qué cosas están fallando en este sistema. Una de las cosas que falla en este sistema, por ejemplo, es todo lo que tiene que ver con la cooperación entre universidad y empresa, que es casi inexistente en Chile. Si uno mira en la encuesta a la empresa, le preguntamos la importancia de distintas fuentes de información para la innovación. Entonces, una terapia de shock, es que la terapia de shock va a ser bien ineficaz. Tú dices, okey, aumentemos acá, pero si te falta la oferta, va a ser bien complicado generar esa innovación. Entonces, creo que falta más un diagnóstico de en qué cosa está fallando este sistema de innovación y cómo lo articulamos mejor de manera, que esos recursos que destinen sean efectivos en lograr un aumento de la innovación y la productividad. Entonces, ahí yo creo que se requiere mirar esto de una forma más sistémica y también más estratégica. Siempre digo que para que la innovación dé, una cosa que es muy importante -y así lo demuestra la evidencia- es el tamaño de mercado. Porque si  uno hace una inversión digamos fija, requiere un mercado grande para que esto sea rentable. Los mercados en Chile son chicos. ¿Dónde están las lucas? Están afuera.

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