Contaminación y delincuencia: una nueva arista

Autor: Arturo Claro

 

La contaminación del aire es uno de los temas centrales de la cumbre COP25[1] que se desarrolla ahora en Madrid. Solo en el 2016, 2,9 millones de muertes en el mundo fueron atribuidas a la concentración de partículas PM2,5[2] en el aire y el total de personas muertas por contaminación atmosférica fue de 7 millones.[3]

Históricamente, los efectos que causa la exposición a partículas han sido asociados a la salud, manifestándose principalmente en la proliferación de enfermedades del tipo respiratorio, tales como la bronquitis, o en la exacerbación de las crónicas, como las cardiovasculares. Eso implica además que se pensaba que los problemas asociados a la contaminación del aire podían tardar años en manifestarse.

Sin embargo, nuevos estudios como el de Power et al. (2015) y Sass et al. (2017), que exploran la relación entre la polución y el aumento de la ansiedad-stress psicológico, son indicativos de que estar expuestos a un aire contaminado puede llegar a tener consecuencias más variadas e inmediatas y de que el costo social de la contaminación está lejos aún de ser comprendido a cabalidad.

En esa línea, el trabajo de Burkhardt et al[4], plantea algo hasta ahora desconocido. Utilizando datos de crimen y contaminación cedidos por el FBI y la Agencia de Protección Ambiental, concluye que la inhalación de partículas estaría relacionada con un comportamiento más agresivo. Su estudio emplea datos diarios a nivel de condado para todo los Estados Unidos continental, tanto urbano como rural, desde 2003 hasta el 2016.

En efecto, los autores encuentran que un aumento del 10% a la exposición en el mismo día de PM2,5 estaría asociada a un aumento del 0,14% de los crímenes violentos, como los asaltos, lo que sería indicio de un comportamiento más agresivo. También encuentran que el mismo 10% de aumento a la exposición de ozono, otro contaminante del aire, estaría asociado a un aumento del 0,3% de los mismos crímenes violentos. En contraste, encuentran que un aumento en la concentración de aquellos contaminantes no tiene ningún efecto significativo sobre los crímenes no violentos, como la estafa. Considerando lo anterior, los autores plantean que Estados Unidos podría ahorrar 1.400 millones de dólares por medio de la reducción de asaltos al reducir la contaminación

Ahora bien, como es sabido, correlación no implica causalidad y los autores reconocen que enfrentan un problema al omitir muchas variables en su estudio. Sin embargo, utilizan una estrategia empírica de “efectos fijos” que -en teoría- les permite comparar dos situaciones idénticas en las que difiere solo la concentración de contaminantes. De ahí se desprende la causalidad.

Además, los resultados que encuentran van en la misma línea que los de otro estudio (Lu et al., 2018) que entrega evidencia de que la contaminación aumenta el comportamiento agresivo a través de un aumento en la ansiedad. Asimismo, hay dos working papers que llegan a resultados parecidos. Herrnstadt et al. (2016) encuentra evidencia de que un aumento en el corto plazo del aire contaminado aumenta el crimen en las ciudades de Chicago y Los Ángeles, mientras que Zou (2018) halla que la contaminación es un 1,6% más baja en los días en los que es monitoreada oficialmente, días en los que también hay una menor cantidad de crímenes.

Así, además de los diversos problemas derivados de la contaminación que ya deben estar instalados en la cumbre COP25, tales como el calentamiento global, sequía o enfermedades,  existen otros inconvenientes que aún desconocemos y que trabajos como estos nos revelan, a saber, los psicológicos-conductuales, que aumentan aún más el costo social de la polución.

En efecto, al parecer la evidencia indica que ahora la gente no solo se enoja porque existe la crisis medioambiental, sino que a causa de ella.

 

 

[1] Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático del 2019

[2] Material particulado respirable presente en la atmósfera en forma sólida o líquida (polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen, entre otras) con un diámetro aerodinámico inferior o igual a los 2,5 micrómetros. https://www.ecologistasenaccion.org/17842/que-son-las-pm25-y-como-afectan-a-nuestra-salud/

[3] https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/cancer-pulmonar-males-cardiovasculares-los-danos-del-cambio-climatico-en-chile/922755/

[4] Burkhardt et al.,The effect of pollution on crime: Evidence from data on particulate matter and ozone”, Journal of Environmental Economics and Management (2019)

 

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