Autor: Felipe Sarovic, Portfolio Manager en Soy Focus.
Es común imaginarse el mundo financiero como una dimensión paralela, de ritmo frenético con montos millonarios e inalcanzable para el común de los mortales, donde solo un puñado de expertos sabe cuándo y en qué invertir. Sin embargo, la realidad es distinta y las oficinas financieras son más tranquilas de lo que la gente se imagina.
También existe la escuela de la inversión pasiva, en donde la estrategia no es tratar de ganarle al mercado, sino que seguirlo y crecer a su ritmo. Es importante dejar en claro que el dinero fácil, como se plantea en las películas, no existe, y la paciencia es la madre de las virtudes.
Administración Pasiva
Para ir aterrizando conceptos, la administración pasiva es aquella en la que se invierte pensando en el largo plazo, dejando una cartera de activo con pocas alteraciones en el tiempo. El principio fundamental detrás es que el mercado es razonablemente eficiente en el largo plazo, y se pretende ir a la par con él, en vez de intentar competir. El gran desafío que tiene este tipo de administración es la selección de un pool de activos que sea acorde al perfil de riesgo y al horizonte de inversión. ¡Su principal componente es la PACIENCIA!
Administración Activa
Por otro lado, está la administración activa, que es la tradicional. A diferencia de la anterior, tiene como fin ganarle al mercado mediante la búsqueda continua de oportunidades de inversión. Requiere de un nivel muy alto de análisis de mercado y tendencias económicas, dado que su valor radica en la compra y venta de activos en el momento adecuado. Es un tipo de administración que busca anticiparse a los movimientos de mercado, aunque existe poca evidencia de que se pueda hacer sostenidamente.
Entonces, ¿Por qué es tan difícil tener una cartera activa?
Básicamente, ganarle al mercado es lo mismo que intentar predecir el futuro o como muchos dicen, lanzar un dado e intentar adivinar el número. Puedes tener éxito o puedes fallar, pero generalmente las probabilidades no están a tu favor. El mercado no siempre se comporta como nosotros esperamos, lo que genera que sea casi imposible predecir sus movimientos. De hecho, está más cercano a lo irracional que lo racional, principalmente debido a que la gente toma decisiones impulsadas por los sentimientos más que por la cabeza, situación que se da por miedo a las pérdidas: la aversión de las personas a perder es mayor a su satisfacción por ganar.
Para dar una idea basada en datos, el S&P 500, principal índice accionario estadounidense que está compuesto por las 500 compañías americanas de mayor capitalización bursátil terminó el 2021 con una rentabilidad en dólares de 26,7%. En comparación, solo tres de los principales Hedge Funds lograron superar este rendimiento: Senvest 75%, Impala 55,5% y SRS 46%.
Adicionalmente, según el reporte “Morningstar’s Active/Passive Barometer” publicado en octubre de 2021, en Estados Unidos de los casi 3.000 fondos de administración activa listados en Morningstar, un 47% logró vencer a su benchmark pasivo entre el período junio 2020 – junio 2021, casi como tirar una moneda al aire. Pero al comparar el performance durante los últimos 10 años, solo un 25% ha logrado vencer a su respectivo benchmark. En Chile, de acuerdo a S&P, esa cifra apenas llega al 2%.
La recomendación es ser paciente y recordar que el mercado no siempre se comporta como nosotros esperamos, por ende, es casi imposible predecir sus movimientos.