Autor invitado: Javier Sajuria, profesor de la Queen Mary, University of London.
Los partidos políticos en el mundo ocupan una parte importante de sus recursos en elegir los mejores candidatos y candidatas para atraer votantes. En la literatura internacional, hay un consenso bastante amplio sobre cuáles son las principales características de los candidatos ideales, y una de ellas es que sean considerados como locales. Dependiendo del sistema electoral o de la configuración de los distritos, la ventaja estimada de un candidato local suele variar desde un par de puntos en la votación, hasta márgenes más considerables. La evidencia no sólo es basada en encuestas o resultados electorales, sino que diversos experimentos basados en encuestas han confirmado la preferencia de los votantes por candidaturas locales, incluso ante la presencia de incumbentes que no lo son.
Las razones para preferir candidatos locales pueden ser variadas. Algunos proponen que se trata de un tema de confianza, ya que los votantes se sentirían más seguros siendo representados por alguien que tiene redes entre sus conocidos o amigos. Otra razón podría ser que los candidatos o candidatas locales conocen mejor las necesidades de sus territorios, o simplemente que quienes tienen raíces en el distrito tiene más que perder en caso de que hagan algo que vaya en contra de los intereses de sus vecinos.
Sin embargo, hay poca investigación sobre quiénes son los votantes a los que más les importa que sus candidatos o candidatas sean locales, o qué tipo de características los hace más propensos a preferirlos. Eso es exactamente lo que quisimos investigar en una reciente publicación en la revista Electoral Studies[1], donde exploramos el rol de una serie de características demográficas y actitudinales en la formación de las preferencias por candidatos o candidatas locales.
Para poder responder esta pregunta, usamos datos longitudinales del British Election Study, que tiene un panel online de más de 60 mil encuestados a los que se les ha ido preguntando sobre sus preferencias electorales desde 2014 a la fecha. En particular nos enfocamos en la elección general británica del 2015, ya que en la encuesta inmediatamente anterior a la elección se le preguntó a los encuestados que dijeran, en una escala de 0 a 10, qué tan importante era para ellos que su representante fuera local.
En nuestro estudio, encontramos que las mujeres tienden a tener una mayor preferencia por candidaturas locales, mientras que la educación de los encuestados muestra una relación negativa. Asimismo, quienes tienen más interés en la política, y por ende tienen más información sobre las elecciones, son quienes menos preferencia tienen por candidatos locales. Donde sí hay un hallazgo interesante es en términos de identificación regional. En el Reino Unido, la identificación entre los distintos países del Reino (Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte) es un factor determinante en la política. Sin ir más lejos, el nacionalismo escocés lleva años peleando por la independencia del país del norte. En nuestros modelos, encontramos que quienes se identifican como ingleses tienen mayor propensión a preferir representantes locales.
Este último hallazgo es relevante porque se conecta con una serie de teorías sobre la identificación con espacios geográficos. Algunas de ellas proponen que la identificación opera en relación con lo que se considera “los otros”, a todo nivel. Así, podemos identificarnos como de un pueblo cuando nos miramos en relación al pueblo de al lado, pero esa misma identificación puede hacernos parte de una unidad mayor cuando se trata de diferenciarnos con otra zona geográfica más grande. Es por esto que quienes se identifican con una zona amplia –como puede ser Inglaterra o Escocia– también lo hacen con su propio distrito electoral.
Quedan preguntas pendientes en nuestro estudio. Por ejemplo, los partidos no eligen a sus candidatos o candidatas en aislamiento, sino que lo hacen mirando a otros partidos. Así, el efecto puede cancelarse. Asimismo, no hay claridad sobre qué significa “ser local”. Para algunos se trata de vivir en el distrito, mientras que para otros puede ser algo tan complejo de medir como el acento, el colegio en que van los hijos o donde vivieron en su infancia.
[1] Collignon, S., Sajuria, J. (2018), “Local means local, does it? Regional identification and preferences for local candidates”. Electoral Studies.