Por Raúl Mejía, Country Manager México FK Economics
En “The impact of the COVID-19 recession on Mexican Households: Evidence from Employment and Time Use for Men, Women, and Children”, Lauren Hoehn-Velasco, Adan Silverio-Murillo, José Roberto Balmori de laMiyar y Jacob Penglase estudian los cambios en la oferta de trabajo, ingresos y asignación del tiempo durante la pandemia en México. Este análisis resulta valioso, dadas las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, en particular en un contexto en el que el gobierno no implementó políticas significativas de mitigación.
La pandemia por COVID-19 tuvo consecuencias importantes en todo el mundo. Además de los aspectos evidentes de salud pública, hubo una reducción importante en la actividad económica. En México, la situación fue particularmente perjudicial. El producto interno bruto y la tasa de empleo se redujeron en un contexto en el que el gobierno no ofreció políticas de atención a los grupos afectados. El gobierno tomó únicamente medidas menores, como adelantar pensiones dentro del sistema no contributivo, así como algunos préstamos menores a pequeñas y medianas empresas.
Además, el mercado laboral mexicano tenía características particulares. A diferencia de países desarrollados, en México existían menores oportunidades de trabajo remoto. Lo anterior debido a que una proporción importante de trabajadores en el país pertenecen al sector informal, el cual no cuenta con las mismas protecciones que el sector formal, además de que tienen limitaciones en el acceso a servicios como guarderías. Es en este contexto en el que los autores analizan los impactos.
El artículo examina las consecuencias económicas de la pandemia. Los autores utilizan datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la cual incluye datos a partir de 2005 y registra la composición de los hogares y características de sus miembros: educación, participación laboral, uso del tiempo en actividades del hogar, ingreso mensual y otras características demográficas. A partir de la pandemia por COVID-19, la ENOE se convirtió en la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, una telefónica mensual (en lugar de trimestral), la cual dio seguimiento a los mismos hogares durante tres meses: abril, mayo y junio de 2020. Durante este periodo de tres meses, los autores utilizan la ETOE para seguir a cada individuo durante los meses de pandemia. Este conjunto de datos es especialmente valioso, pues permite considerar tanto el empleo formal como informal, cuestión fundamental en un país como México. Además, debido a que se cuenta con información relacionada con la asignación del tiempo en los hogares al cuidado de otros, así como a otras tareas, permite analizar el impacto de los cierres de escuelas, así como de la pandemia en general en las actividades escolares y cómo los hogares respondieron ante estos cambios.
Los resultados sugieren que la pandemia por COVID-19 tuvo un impacto severo en los hogares mexicanos. El empleo cayó por 17 puntos porcentuales tanto para hombres como para mujeres. La recuperación del mismo fue desigual. Después de esta reducción, los hombres se recuperaron más rápidamente que las mujeres. Para el segundo trimestre de 2021, los hombres ya habían recuperado sus niveles iniciales. Sin embargo, la mayor parte de esta recuperación se dio en el sector informal, por lo que es posible que el potencial de crecimiento se dé en condiciones laborales más precarias.
Por otro lado, los hombres dedicaron más tiempo a labores del hogar durante la pandemia, mientras que, en promedio, las mujeres no modificaron el uso de su tiempo. Únicamente las mujeres con hijos en edad escolar tuvieron un incremento temporal en el tiempo que dedican al cuidado de otros. Sin embargo, este incremento se dio únicamente en el último trimestre de 2020. Los autores atribuyen lo anterior a que las mujeres ya dedicaban una proporción significativa de su tiempo al cuidado de otros antes de la pandemia. Además, el tiempo que dedicaban al cuidado de otros ya estaba cayendo durante el periodo previo a la pandemia. Por lo anterior, es difícil extraer el impacto específico que tuvo la pandemia.
Finalmente, los autores también analizaron el efecto en el uso del tiempo de los niños. La pandemia generó una reducción en la matriculación de los niños a la escuela, así como en el tiempo dedicado a labores escolares (en un 25%). El empleo y horas trabajadas también se incrementó en los niños. Además, incrementaron el tiempo dedicado a labores del hogar y el cuidado de otros, lo que sugiere que absorbieron parte de la carga del cuidado a otros asociado a la pandemia, además sugiere que los padres no pudieron compensar el tiempo de educación perdido por el cierre de escuelas. Los autores sugieren que los impactos negativos más fuertes recayeron en los niños, por lo que las políticas públicas deben enfocarse en remediar esto.