Recientemente la OMC le entregó a Federico Huneeus un premio por su paper «Dinámica de la red de producción y la propagación de shocks”.
Quisimos conocer más de su trabajo y para eso invitamos a Jorge Sahd, Director del Centro de Estudios Internacionales UC, a que lo entrevistara.
(N. de la R.: Esta entrevista fue realizada antes de las manifestaciones del 18 de octubre de 2019).
Muchas personas piensan que la Guerra Comercial es un asunto entre Estados Unidos y China y no saben cómo afecta a la economía en general. ¿Cómo tu estudio ayuda a explicar que esto no es así?
Mi estudio muestra que perturbaciones a partes específicas de la economía, pueden propagarse al resto de la economía a través de las cadenas de valor de las empresas. Concretamente, si una empresa tiene un proveedor, y ese proveedor recibe una perturbación negativa que reduce su producción, lo que a su vez aumenta su precio, el comprador de ese proveedor podría querer cambiarse a un proveedor más barato. Pero si es difícil cambiarse, ya sea por ejemplo por razones contractuales o informacionales, el aumento del precio del proveedor afectará negativamente al comprador, y así potencialmente a compradores de ese comprador, y así sucesivamente a lo largo de la cadena de valor del producto correspondiente.
Yo muestro que esta propagación depende mucho de cuan difícil es destruir y formar relaciones entre empresas en las cadenas de valor. En particular, documento que la Gran Recesión afectó a la economía doméstica a través de las dificultades que tuvieron las empresas de ajustar sus relaciones con otras empresas, lo que ayudó a la propagación de esa recesión en la economía chilena, amplificando el efecto negativo de ésta.
De manera similar, dada la creciente interconectividad entre los países a través de las cadenas de valor, un conflicto entre dos países puede terminar involucrando a muchos otros.
A partir de tu estudio, por favor cuéntanos cómo ha ido cambiando el comercio mundial con la economía digital y cadenas de valor cada vez más integradas.
Alrededor de dos tercios del comercio mundial es de bienes intermedios. La producción se reparte hoy en múltiples países, y los bienes cruzan muchas fronteras antes de llegar al consumidor final. La reciente globalización ha sido fundamentalmente una globalización de las cadenas de valor. Esto conlleva beneficios, como acceso a más variedad de productos y tecnología, precios más bajos, pero también desafíos, tales como estándares de producción y mayor dependencia entre países. Más que nunca, lo que le pasa a un país no es aislado del resto del mundo. Esto, de acuerdo a mi estudio, implica que perturbaciones en una parte del mundo, puede afectar otras partes lejanas, rompiendo la protección que la distancia proveía en el pasado.
El rol de la economía digital agrega otros beneficios y desafíos. Trae acceso a mayor variedad y calidad de servicios, pero también mayor desigualdad de ingresos. Se ha documentado como la economía digital ha permitido concentrar la provisión algunos servicios transables en pocos lugares (principalmente en ciudades grandes y centros financieros), lo que en conjunto con la externalización de esos servicios ha generado muchas rentas para los que proveen esos servicios transables. Esto ha jugado un rol importante en el aumento de la desigualdad de ingresos de EEUU, por ejemplo.
El premio lo recibes de la OMC, un organismo que ha ido perdiendo relevancia por la falta de actualización de sus normas, por los posibles problemas de su órgano de apelación y por la tendencia de algunos países de resolver sus diferencias de manera bilateral, saltándose la institucionalidad multilateral. ¿Qué riesgos ves en eso?
La actual corriente proteccionista pone desafíos a la OMC, lo que puede forzar a una reforma de ésta. Y no es algo que solamente la OMC está sufriendo. La ola proteccionista está afectando a la mayoría de los órganos multilaterales. Es posible que sea necesario reevaluar la arquitectura multilateral de Bretton Woods que se formó en la post-guerra y repensarla en el contexto de las actuales tendencias tecnológicas y políticas.
Finalmente, en otra entrevista hablas de tu interés de contribuir a las políticas públicas. ¿En qué se ha ido quedando atrás Chile en sus políticas públicas? ¿Es sólo un problema político o hemos perdido la audacia para proponer cosas distintas?
Mi interés en contribuir a las políticas públicas es algo general que vas más allá de la situación actual en Chile. Muchas veces uno ve debates públicos sobre temas en que existe mucha evidencia y respuestas contundentes desde la academia, pero por alguna razón esos dos mundos, el de la política pública y la academia, no conversan mucho entre ellos. Hay algunas iniciativas que buscan mejorar esa relación, pero aún falta más. Es ahí donde me gustaría aportar.