Por Juan Pablo Duhalde Vera, Director Nacional del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv).
El Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) tiene el objetivo de colaborar con el Ejecutivo en el diseño, planificación e implementación de políticas públicas para personas entre 15 y 29 años. Frente a esto, desde el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados “Chile Cuida”, nos propusimos estudiar este fenómeno poco abordado en las juventudes, como también para informar y orientar a las y los jóvenes a que sean parte del módulo de cuidados en el Registro Social de Hogares, ya que sólo un 5% del total poseen entre 18 y 29 años, mientras que nuestros estudios indican que 1 de cada 4 jóvenes tiene el cuidado directo de una persona.
Nos propusimos realizar a nivel nacional un estudio inédito que recogió la experiencia de casi 140 jóvenes de todas las regiones, de zonas rurales como urbanas. Este estudio cualitativo permitió describir y comprender a las juventudes cuidadoras, sus experiencias diversas, los riesgos asociados al asumir el cuidado, como también revelar cuáles eran sus principales propuestas para Chile Cuida.
Los resultados determinan tres perfiles de jóvenes cuidadores, en donde principalmente debemos hablar de mujeres jóvenes cuidadoras. El primero, quienes cuidan a hijas e hijos. Segundo, cuidadores de hijas e hijos con algún grado de dependencia (discapacidad y/o enfermedad). Por último, jóvenes que cuidan a personas mayores con algún grado de dependencia.
Las experiencias recopiladas a nivel nacional relatan lo complejo que es que un joven se pueda identificar como una persona cuidadora, en donde el imaginario de lo juvenil está lejos de asociarse a la labor de cuidar. En los relatos se aprecian temas identitarios como los estudios, empleos, grupos de interés o de esparcimiento, pero no los cuidados, lo que dificulta que puedan auto-reconocerse como cuidadores para acceder a la oferta pública de Chile Cuida. Se identifican trayectorias desde la “parentalización”, referida a niñas, niños y adolescentes que inician trayectorias como cuidadores de familiares menores, lo que impacta en su relacionamiento con pares y su formación de identidad: “las niñas de mi edad no entendían y era difícil comunicarme y conseguir amigos” (Mujer, 19 años, Arica).
Las trayectorias de las juventudes cuidadoras se encuentran inmersas en la postergación, sobre todo si presentan niveles socioeconómicos más bajos, como también menores redes de apoyo disponibles. Ser joven y cuidar se sitúa como el eslabón útil, el menos costoso para la estabilidad y presupuesto familiar, en donde se pospone el proyecto de vida, repercutiendo en la trayectoria educacional, laboral y en el relacionamiento con pares. Esto influye directamente en una carga física y mental en las juventudes cuidadoras que realizan labores rutinarias, solitarias y desgastantes.
Ante los resultados, desde INJUV habilitamos un módulo especial de atención para juventudes cuidadoras en nuestro programa “Hablemos de Todo”, chat de atención psicosocial en línea, gratuito y confidencial. Aportar a visibilizar esta realidad desde la evidencia, posibilita acciones para contribuir al bienestar y autocuidado juvenil, sensibilizando y socializando sobre un tema que es clave y que será legado del Presidente Gabriel Boric para construir un país que cuide a quienes requieren de cuidados, como también a quienes cuidan.
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